En el séptimo día de la guerra, Soghomon desaparece. Su hermana Shoghakat, con la cámara de su teléfono, decide documentar la búsqueda de su hermano y el dolor de su familia. Seis meses después, encuentran unos huesos, pero necesitan pruebas de ADN para confirmar si pertenecen a Soghomon, lo que les obligará a esperar un año y medio para los resultados. Durante todo este tiempo, Shoghakat sigue filmando, incluso en los momentos más íntimos y dolorosos.