Viernes 13 de enero de 2006. Los francotiradores del Grupo Halcón están a la espera de una orden. Miguel Sileo, el negociador, deja diluir las esperanzas de que Vitette, uno de los líderes de la banda de ladrones que entró a la sucursal del Banco Río de Acassuso de señales de vida. El grupo Halcón recibe la orden y entra: se encuentran con lo inesperado. Armas de juguete y una veintena de rehenes asustados los esperan dentro; no hay señales del grupo de ladrones. Mientras revisan a los rehenes para descubrir a los artífices del robo camuflados entre ellos, la policía va descubriendo que, más de la mitad de las cajas de seguridad fueron abiertas y vaciadas.