La condesa Maria fallece de extraña manera; luego de su inhumación, un sirviente realiza un complicado ritual sobre su tumba, lo que provoca que su espíritu posea a su joven hija. Al tiempo que esto ocurre, el hermano del conde espía a la joven, que realiza ciertos actos "non-sanctos" con una monja. En realidad, el ánima de la mujer fallecida busca venganza del esposo, quien provocó su muerte.