A principios del siglo XIX una joven francesa es secuestrada y conducida al harem del sultán de Turquía. Ella es rebelde e independiente, pero tendrá que acatar las normas si quiere sobrevivir. Pronto se convierte en la favorita del sultán, influyendo en sus decisiones y en su modo de resolver los conflictos. Este hecho provocará el odio de una de sus esposas que desea que el hijo que ha tenido con él llegue a heredar el trono. Los años pasan, y mientras cuida de su hijo adoptivo, Mahmud, deberá adaptarse al nuevo sultán. Su influencia volverá a ser decisiva, en esta ocasión, para ayudar al sultanado ante la amenaza rusa.