Dos bancos del parque, chicle, una estudiante esperando los resultados de su examen, un joven extraño que merodea por los pasillos del parque, otro que está aburrido. Y mucho sol. Estamos a finales de junio en un pequeño pueblo del sur de Francia. Gotas de sudor salpican la piel, las faldas son más cortas. La tarde apenas comienza.