Klaus Barbie Altmann (Bad Godesberg, Alemania; 25 de octubre de 1913 – Lyon, Francia; 25 de septiembre de 1991) fue un alto oficial de las SS y de la Gestapo durante el régimen nazi, que estuvo involucrado en numerosos crímenes de guerra y contra la humanidad durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Francia. Salvado de la detención por los servicios secretos estadounidenses y las Ratlines, con los que Barbie colaboró, pasó posteriormente a Bolivia. Al igual que Mengele se escondió en Brasil y Eduard Roschmann lo hizo en Paraguay, él también escogió Sudamérica, dada la falta de infraestructura institucional que permitía cierto margen de maniobra a individuos con tales antecedentes. Más aún, cuando el alineamiento ideológico de los gobiernos sudamericanos con Estados Unidos en épocas de la "guerra fría" los posicionó en el anticomunismo, estos criminales llegaron a ser requeridos como colaboradores, recibiendo grandes beneficios de parte de los gobiernos. En el caso de Barbie eso se vio reflejado en privilegios comerciales de parte del gobierno boliviano. Finalmente la variable situación política de Bolivia llevó a que en 1983 fuera expulsado a Francia, donde fue juzgado y condenado a cadena perpetua. Fue acusado de la muerte o extradición de 840 personas (entre ellas 41 niños judíos que se encontraban en un centro católico estudiando) y finalmente condenado por 341 cargos. Entre ellos la muerte del máximo dirigente de la resistencia en la Francia de Vichy Jean Moulin.