Creyendo que el oro era la carne del dios del sol, los faraones no se detuvieron ante nada para adquirirlo. La evidencia sugiere que las tumbas de los antiguos faraones fueron sistemáticamente robadas para financiar los entierros de futuros reyes. La pequeña tumba del rey Tutankamón es la única tumba real egipcia que se encuentra intacta con toda la magnificencia. Pero, ¿cómo obtuvieron los egipcios su oro y lo conservaron? Desde los hicsos, hasta los minoicos, hasta los kushitas en el Sudán, floreció la Edad del Oro.