A comienzos de los años 70, Bernie Ecclestone se convierte en el propietario del equipo Brabham y lo moderniza. En su nueva posición, se esfuerza conseguir más dinero para los constructores, aunque eso le suponga luchar contra el sistema de poder establecido en la Fórmula 1. Mientras tanto en la pista es la época gloriosa de Jackie Stewart, Fittipaldi, Niki Lauda y James Hunt.