La firma del Pacto de la Concordia abre una nueva etapa en la historia de la Fórmula 1 y el que era el mayor enemigo de Bernie Ecclestone termina transformándose en un aliado valioso. En los circuitos, las batallas por el reglamento técnico son casi tan duras como las de los pilotos en pista y entre los campeones de aquellos años 80 se cuela el Brabham de nuestro protagonista.