Las travesuras amorosas de Louise bajo la poción de amor persisten hasta el punto de asustar a Saito. Desesperado, Saito exige que Montmorency cree un antídoto. Ella se niega a hacerlo hasta que Saito se entera de la ilegalidad de crear pociones de amor y la amenaza con un posible arresto. Como el antídoto requiere las lágrimas de un elemental de agua, Montmorency lleva a Saito y Louise al lago Lagdorian. Allí, encuentran a Kirche, Tabitha y un problema completamente nuevo.