Tras darse cuenta de que no estudió para un exámen de matemáticas de mañana, Pollito finge que está enfermo, y trata de demostrárselo a sus padres. Después de ser examinado y curado por Rojo, es enviado de vuelta a la escuela, sólo para enterarse de que había perdido en realidad una muestra de chocolate que toda la clase había disfrutado, pero al final se come un helado de pescado.