Furlow sólo trata de sacar tajada, y ahora resulta que quiere vender lo que tiene a los Scarran. Un acorazado se acerca al planeta y Crichton y el Anciano colaboran para crear un dispositivo que lo destruya con todos los datos que tengan. Consiguen su propósito, pero la radiación ha afectado a este Crichton y su muerte no se hace esperar. Aeryn, que por fin había dado el paso de mantener una relación sentimental sin conflictos, está destrozada.