Unos alienígenas constituidos por energía asaltan Moya y se introducen en el cuerpo de alguien. Intentan hallarlo mientras otro de la misma raza trata de hacer lo mismo pero de manera violenta. Scorpius sigue vivo. Está en su enorme nave introduciendo su mente en el chip neuronal extraído del cerebro de Crichton para sacar los datos de los agujeros de gusano, pero se encuentra con un resquicio de la personalidad del humano y debe luchar contra él. Scorpius tiene prisa por hallar la tecnología, pues se prevé una guerra entre los Pacificadores y los temibles Scarran.