El segundo día de entrenamiento comienza con un intento serio de limpiar la casa. Pero, por supuesto, surgen distracciones que impiden que Seina haga su trabajo. Y los padres de Amane se acercan para una visita sorpresa que complica aún más la situación. ¿Podrá Amane enfrentarse a sus padres o se verá obligada a regresar a casa con ellos, dejar a Seina y entregar la responsabilidad de su entrenamiento a otra persona?