Poco a poco, el joven médico abandona sus sueños. Su ambición de hacer descubrimientos médicos se ve frustrada ya que su esfuerzo por luchar contra una epidemia de sífilis se tambalea al encontrarse frente a campesinos hostiles sin educación. Su espíritu y sentido del propósito permanecen intactos, hasta que descubre lo brutal de la cirugía del día a día, cuando se enfrenta a una operación horrible y bárbara.