Soportando una pesada carga de trabajo gracias a la morfina, al joven médico le resulta cada vez más difícil ocultar su adicción creciente a sus colegas. Después de una gran humillación, decide empezar de cero y dedicar su esfuerzo a combatir la epidemia de sífilis. Pero un viaje a través de una ventisca para visitar a un paciente moribundo resulta ser su prueba más difícil.