La expedición está diseñada para resaltar el problema de las enormes cantidades de desechos plásticos que contaminan los océanos del mundo. En este episodio lleno de acción, la tripulación enfrenta problema tras problema. Poco después de cruzar el ecuador, el calor del sol comienza a ablandar el plástico y el bote comienza a deformarse. Después de las reparaciones de emergencia en Samoa enfrentan su mayor desafío: cruzar el traicionero mar de Tasman cuando se acercan las tormentas de invierno. Efectivamente, Plastiki es golpeado por una gran tormenta, con olas gigantes empequeñeciendo el barco, poniendo en peligro la vida de la tripulación. Deben unirse para superarlo, pero finalmente emergen, jubilosos. Al llegar bajo el puente de Sydney Harbour, la misión ha tenido éxito y, a través de la aventura y la cobertura de los medios de comunicación que la acompaña, David de Rothschild logra llevar el mensaje sobre residuos plásticos a una audiencia mundial.