Un grupo de trabajadores de catering reciben la visita del presidente del gobierno. Las bromas de los trabajadores indignados sobre envenenar al presidente se volverán más peligrosas cuando éste le haga a Rosana una petición muy especial de la bodega: una edición especial de un Dom Pérignon que guardan bajo llave. En un impulso irracional, Rosana decide envenenarle.