Billy, ya recuperado, trata de conciliar su vocación artística y su vida personal, mientras el resto de la banda recoge los restos de una gira desastrosa. Al mismo tiempo, Daisy no es capaz de componer nada si tiene que cumplir con las expectativas de otros. Cuando Billy compone una nueva canción, Teddy descubre que si ambos artistas colaboran, esa podría ser la solución a todos sus problemas.