Los 90 prometen emociones fuertes en una España que se acicala para acoger unos Juegos Olímpicos y una Exposición Universal. El ministro de Economía declara que éste es el país donde es más fácil hacerse rico. En este contexto, el gobierno decide poner cerco a los desmanes del fútbol, donde los clubes deben fortunas a Hacienda. Pero al convertirlos en Sociedades Anónimas Deportivas, el tiro le sale por la culata: una nueva estirpe de presidentes llega al poder. Son empresarios de éxito que buscan fama y oportunidades para sus negocios privados. En Sevilla, Manuel Ruiz de Lopera salva al Betis de la desaparición en el último minuto y se convierte en un ídolo para la afición. Traslada las oficinas del club a su inmensa mansión y lo lleva a protagonizar gestas inimaginables. La popularidad de los presidentes se dispara.