Flaco, el perro de Bandolero, se siente desplazado por la banda, ya que tiene la sensación de que no le hacen mucho caso. Un día decide marcharse a vivir su vida por su cuenta, pensando que no cuentan con él para nada. Pero no es así, y Bandolero y su banda le buscan preocupados. Flaco pasará diversas penalidades viajando solo por los campos, intentando buscarse su sustento, pero la vida es muy difícil para un perro vagabundo. Mientras, la banda de Bandolero le echa de menos.