Octavilla del Río es una pobre aldea que depende de un pequeño río para su subsistencia. Debido a su precaria economía deciden rebelarse al gobernador y no pagar más impuestos. Gracias a su situación estratégica resisten al asalto de las tropas de Don Rodrigo. Pero éste hace desviar las aguas del río, pretendiendo así forzar a los campesinos a aceptar los impuestos. Bandolero y su banda acuden en ayuda del pueblo. La única solución es construir un molino que extraiga agua para regar sus campos. Bandolero se compromete a financiar la empresa, robando el dinero del gobernador.