El tío Quigley, harto de que no se le aprecie, huye de casa y deja a la familia con una niñera muy antipática. Las chicas Spellman odian a la nueva niñera y la convierten en una hippy encantadora, pero ahora la niñera no les hace caso. Las chicas se han dado cuenta de lo mucho que echan de menos a Quigley y están desesperadas por hacer que vuelva.