La Alemania de la posguerra es una ruina física y moral, y los interrogadores aliados deben construir una narrativa que explique el Tercer Reich. Julius Streicher, notorio antisemita, trata de racionalizar su papel en la Solución Final. Los miembros de la Juventud de Hitler Melita Maschmann y Armin Lehman recuerdan la Noche de los cristales rotos. El general Johannes Blaskowitz paga el precio máximo por desafiar a Hitler y la brutalidad nazi. Franz Stangel insiste en que no le correspondía a él cuestionar el programa de eutanasia de los nazis contra los ciudadanos alemanes. Wilhelm Keitel intenta y no logra persuadir a sus interrogadores de que fue un soldado honorable. El teniente coronel Phillipp Von Boeslager recuerda la tenacidad de los soldados del Ejército Rojo y August Hafner recuerda el tormento psicológico que él y otros sufrieron mientras aplicaban la agenda nazi.